autora: Myra Crane

Por lo general, el segundo día de la boda es el más importante, aunque no el más festivo. Es el único evento del que podría derivarse cualquier otra celebración, y así está prescrito en el Corán. Se llama Nikah, y es el día en que se finalizan y firman los acuerdos nupciales. El nikah es en sí mismo un contrato en el que entran el novio y la novia, de acuerdo con las condiciones de su diseño. Un componente vital del nikah es el mahr, que es esencialmente el regalo que el novio debe dar a la novia si se divorcia de ella o si una circunstancia desafortunada la deja sin medios de subsistencia. Es el derecho coránico de la novia. A veces, este regalo se paga por adelantado. También se puede hacer un pago parcial, pero la pareja también puede acordar que el novio lo prometa.

Los musulmanes creen que es más meritorio que la ceremonia del nikah se lleve a cabo en la mezquita, donde el clérigo también pronunciará un sermón matrimonial prescrito. Sin embargo, las familias organizan regularmente la ceremonia en un salón de bodas o en la casa de la novia o el novio.

Los cónyuges no deben verse antes de firmar el nikah. Permanecen en habitaciones separadas: la novia con otras mujeres de la familia y el novio con otros hombres de la familia. El clérigo musulmán se dirige primero al novio y lee la declaración del nikah a él y a los familiares masculinos presentes. Si se acuerda el nikah, el novio repite un voto verbal y firma el documento. Luego el clérigo lleva el nikah a la novia y sus consortes, la cual escucha su lectura y expresa su acuerdo pronunciando un voto verbal antes de firmarlo. En cada firma del nikah, todos los presentes recitan el credo musulmán.

Los invitados generalmente no son testigos de la firma de los acuerdos, pero lo celebran con una comida que se ofrece luego de concluidas las formalidades del nikah, la cual es siempre bien concurrida. Este se considera el día real de la boda, por lo que rebosa de gala. Los novios lucen exquisitamente vestidos. Es la noche en la que el novio ostenta el vestuario proporcionado por la familia de la novia, y la novia luce los regalos especiales recibidos de la familia del novio. Los colores vibrantes y las telas meticulosamente ornamentadas aportan un estilo indispensable a la atmósfera de la celebración. Los invitados se visten formalmente y aprovechan la oportunidad especial para saludar a los novios, tomarse fotos con ellos y ofrecerles regalos.