Una petición de Cuaresma de vida o muerte
autora: Myra Crane
Esta semana ha sido extraordinaria en algunos aspectos difíciles. Muchas de nosotras estamos saliendo de heladas árticas sin precedentes, haciendo todo lo posible para mantenernos calientes y evitar que revienten las tuberías de nuestros hogares. Estamos navegando en la modalidad escolar en línea con nuestros hijos. También estamos agotadas por los efectos de un virus que sigue siendo impredecible y mortal.
Pero ahora, independientemente del clima o del Covid-19, podemos volver nuestros corazones hacia algo que conocemos y apreciamos: la Pascua. El 17 de febrero marca la primera semana de la Cuaresma: los 40 días previos a la Pascua, cuando los cristianos nos enfocamos especialmente en la magnitud de la muerte sacrificial y vicaria de Cristo, su resurrección, su ascensión al cielo, su regreso por los suyos y su promesa de vida eterna para todos los que creen en él.
Esta semana, al comenzar mi adoración personal de Cuaresma, recibo noticias de una joven musulmana en un país islámico fundamentalista que ha aceptado la gran buena nueva de la Pascua. Jesús la ha salvado, y ella se toma en serio su nueva vida en él. Ella y yo nos parecemos en eso: ambas somos verdaderas seguidoras de Cristo. La diferencia entre nosotras es que, donde yo vivo, soy libre de elegir mis creencias y prácticas religiosas, pero donde ella vive, su apostasía del islam se castiga con la muerte. Una de sus amigas se ha puesto en contacto con Diga Hola para intentar ayudarla desde lejos. Su amiga está preocupada por las consecuencias que podría sufrir por haber elegido la fe en Jesús. Le gustaría ayudarla a emigrar.
He sufrido por su dilema todo el día, pero no he perdido la esperanza. Conozco muchos creyentes como ella, cuya confianza en Dios y testimonios poderosos (aunque dolorosos), traen gloria a su nombre. Solo Jesús, el primero que rescató su alma de las garras de Satanás, puede proteger su cuerpo del daño físico. Me he acercado a otros en busca de consejo y me acerco a usted para pedirle ayuda en oración.
Hay un precedente incómodo de este paradigma en el libro de Juan. No justifica la causa y el efecto en cuestión; más bien, revela la naturaleza inmutable de las estratagemas destructoras de Satanás.
Poco tiempo antes de que Jesús fuera condenado por supuestamente presentarse como el Mesías anhelado, realizó un milagro especial en el pueblo de Betania donde vivían sus amigos María, Marta y Lázaro. ¡Lázaro había estado muerto durante cuatro días, pero Jesús compasiva y milagrosamente lo trajo de vuelta a la vida!
Lázaro y sus hermanas, junto con algunos discípulos y muchos invitados importantes se habían reunido para celebrar el hecho de que Jesús había resucitado a Lázaro de una tumba muy real. María estaba tan agradecida que ungió los pies de Jesús con un perfume excesivamente caro. ¡La resurrección de entre los muertos estaba a la orden del día!
No pasó mucho tiempo para que se corriera la voz de que Lázaro y otros estaban celebrando. Juan registra en su evangelio que mucha gente se reunió porque habían oído que Lázaro estaba allí y también Jesús. ¿Quién no querría ver la resurrección de un muerto?
Era el tipo de maravilla que desconcertaba a algunas personas e irritaba mucho a los líderes religiosos judíos. Indiscutiblemente, la resurrección de Lázaro probaría la verdad acerca de Jesús: que él era quien dijo ser.
Los principales sacerdotes estaban completamente decididos a matar a Jesús, pero para ellos Lázaro también tendría que morir otra vez. Hicieron planes para “dar muerte también a Lázaro, porque a causa de él muchos de los judíos se iban y creían en Jesús.” (Juan 12:11)
Nuestra hermana, en su patria islámica, ha recibido la promesa de una nueva vida en Cristo. ¡La resurrección se ha convertido en “su orden del día”! Pero su vida redimida amenazará a aquellos que se oponen a la verdad de Jesús, y como Lázaro, debería pagar un alto precio por su nueva fe. Según la ley islámica, ella debería morir.
En esta temporada de Cuaresma, mientras usted y yo consideramos todo lo que Jesús dio para darnos vida, recordemos que Satanás todavía lucha contra la verdad del evangelio de Cristo. Entreguémonos en oración por aquellos que aún no han escuchado las buenas nuevas de Dios, y por aquellos cuyas vidas salvadas dan testimonio de la verdad acerca de Jesús. Por favor, ore especialmente por esta jovencita que podría enfrentar días difíciles.